Historia

Desde el comienzo

Somos mayoría

Los Ingenieros civiles han sido mayoría en el Colegio desde su fundación en el 1938. No debe sorprender a nadie de que la mayoría de los Presidentes de la Institución han sido ingenieros civiles. Estos líderes se forjaron en las luchas y trabajos en su Instituto o en su Capítulo. Desde el año 1938 hasta que se crean los Institutos mediante Asamblea Extraordinaria del Colegio en el 1972 muchos ingenieros civiles pertenecían al Capítulo Local de la American Society of Civil Engineers (ASCE), entidad creada en 1852 en Estados Unidos. Inclusive, luego de creado el Instituto de Ingenieros Civiles, el Capítulo Local de la ASCE competía por tener los mejores líderes entre los ingenieros civiles. Esa es la razón por la cual varios Presidentes del Instituto han sido antes o después también Presidentes del Capítulo Local de la ASCE.

7 de abril de 1973

El Instituto de Ingenieros Civiles se crea oficialmente en una Asamblea Constituyente convocada especialmente para este propósito el 7 de abril de 1973 en teatro de la sede, en San Juan, Puerto Rico. La misma empezó a las 10 AM y terminó a las 7:15 PM. El Ing. Rafael López Vega, que era en esos momentos el Presidente del Colegio, presidió la misma hasta que se eligió al Ing. Francisco López Ortiz como el Primer Presidente del Instituto. Luego se elige el resto de la primera Directiva del Instituto de Ingenieros Civiles.

Al final de la Asamblea, se aprueba el Reglamento del Instituto de Ingenieros Civiles. Finalmente, la Directiva toma posesión allí mismo.

5 de mayo de 1973

El 5 de mayo de 1973 en la sede en Hato Rey se reúne la Directiva oficial del Instituto de Ingenieros Civiles por primera vez. Presidió el Ing. Francisco López Ortiz. En esta reunión se aprueba el Acta de la Asamblea Constituyente y se nombran unos colegas para Presidir los Comités del Instituto. Además, se nombran varios colegas para que fueran coordinadores del Instituto en varios de los Capítulos del Colegio ya activos en la isla.

Luego de que esto se sometió una moción para que se le solicitara al CIAAPR la asignación de un espacio dentro de las facilidades del edificio del Colegio para establecer una oficina y de no ser factible, se provea para compartir el espacio que en ese momento ocupaba el ASCE. Se acuerda darle la directriz al Comité de Área de Trabajo, para que una vez constituido empiece a trabajar en la definición del campo profesional de la ingeniería civil. También acuerdan circular a la matrícula periódicamente un extracto de las Actas que incluya aquellos puntos de mayor interés.

Finalmente acuerdan enviar un comunicado a la matrícula para conocer su parecer sobre el banderín del Instituto, que sería el símbolo del CIAAPR y las palabras Instituto de Ingenieros Civiles a su alrededor.

Protagonistas Principales

Es necesario indicar que cinco de los pasados presidentes del nuevo instituto luego presidieron el Colegio. Estos ingenieros fueron José (Chito) Ojeda Ortiz, Enrique (Quique) Ruiz Miranda, José (Pepe) Izquierdo Encarnación, Roberto (Bobby) Rexach Cintrón y Miguel Torres Diaz.

En relación a los ingenieros civiles es obligatorio anotar que han sido protagonistas principales en los grandes acontecimientos dentro del desarrollo institucional del Colegio. Un ejemplo que claramente evidencia esa influencia es que precisamente las pretensiones de los arquitectos en que la ingeniería se segregara en especialidades, movilizó a los ingenieros civiles en forma masiva en 1972 y propició la formulación de varias resoluciones en la Asamblea de ese año 1972, que dieron la base para la creación de los institutos ese mismo año.

Ese año 1972 la Asamblea ordenó que el ejercicio de la Ingeniería, la Arquitectura y la Agrimensura se reglamentara integradamente, manteniendo la interacción entre ellas. Como es sabido, posteriormente ese claro mandato fue alterado por varios líderes de la Institución.

Fuerza colectiva

Otro episodio trascendental en que los ingenieros civiles debieron demostrar su fuerza colectiva e institucional ocurrió cuando en 1974 la Junta Examinadora, inducidos por una Resolución de la Junta de Gobierno del Colegio, pretendía ordenar se requiriera una Certificación de un Agrimensor Licenciado en todo trabajo de Agrimensura.

Esta pugna finalmente se resolvió concediendo un certificado autorizando a los ingenieros civiles y de otras especialidades a ejercer como agrimensores siempre y cuando pudieran demostrar haber tomado cursos básicos de agrimensura que los acreditara como tal. Este acontecimiento puso al descubierto debilidades de la nueva estructura del Colegio a base de Institutos, ya que en este caso una significativa minoría pudo haber tronchado las aspiraciones de una clara mayoría.

Conozca nuestra Junta Directiva